Ilustración de una mujer feliz sosteniendo un yogur, con su sistema digestivo visible y rodeada de iconos de salud y bienestar.

«¿Celíaco, alérgico o intolerante?

«¿Celíaco, alérgico o intolerante?

Una visión desde Adpan sobre celiaquía, sensibilidad y alergia

En Adpan llevamos más de 25 años elaborando productos sin gluten. A lo largo de este tiempo, no solo hemos visto crecer la oferta sin gluten, también hemos acompañado a muchas personas en su proceso de diagnóstico, adaptación y vida diaria. Por eso, hoy queremos explicar con palabras sencillas algo que genera mucha confusión: ¿qué diferencia hay entre celiaquía, sensibilidad al gluten/trigo y alergia al trigo?


Celiaquía y gluten: mucho más que una intolerancia

Durante muchos años, a la celiaquía se la llamó simplemente «intolerancia al gluten». Pero eso se ha quedado muy corto. Hoy sabemos que la enfermedad celiaca es una enfermedad autoinmune crónica, en la que el sistema inmunológico reacciona de forma equivocada al gluten y daña el intestino delgado. Esto puede provocar síntomas digestivos… o no. De hecho, muchas personas llegan al diagnóstico con síntomas como cansancio extremo, anemia, dolores musculares o incluso problemas neurológicos.

Lo que sí tienen en común todos los pacientes celiacos es que necesitan eliminar el gluten de forma estricta y de por vida. En Adpan lo tenemos muy presente: no solo eliminamos el gluten, sino que trabajamos con ingredientes naturales, controlando desde la molienda hasta el producto final para evitar contaminaciones.


Sensibilidad al gluten: una incógnita con nombre propio

Hay personas que, sin tener celiaquía ni alergia, notan mejoría cuando dejan el gluten. A esto se le llama Sensibilidad al Gluten o Trigo No Celiaca (SGTNC). Los síntomas se parecen mucho a los del síndrome del intestino irritable: hinchazón, dolor abdominal, fatiga, niebla mental, cambios en el estado de ánimo…

Lo curioso es que no hay pruebas específicas para detectarla. El diagnóstico se hace por exclusión: primero se descarta celiaquía y alergia, y si al quitar el gluten los síntomas desaparecen… ahí está la pista. No se trata de una intolerancia clásica como la lactosa, ni de un proceso autoinmune como la celiaquía. A día de hoy, sigue siendo una incógnita médica.

Desde Adpan hemos conocido a muchas personas con este perfil. Algunas llegaron a nosotros sin diagnóstico claro, buscando sentirse mejor. Y nos emociona saber que, en muchos casos, una dieta sin gluten bien hecha puede marcar la diferencia.


Alergia al trigo: diferente de la celiaquía y la sensibilidad al gluten

Por último, está la alergia al trigo, mucho menos común pero potencialmente grave. Aquí sí hay una reacción inmediata del sistema inmune, que puede desencadenar desde picor o urticaria hasta una anafilaxia. En este caso, no solo hay que evitar el gluten: hay que evitar el trigo en todas sus formas, incluso por contacto o inhalación.

No es lo mismo celiaquía que alergia, ni lo mismo sensibilidad que intolerancia. Y aunque a veces se mezclan los términos en los medios o en la calle, cada una de estas condiciones tiene implicaciones distintas y necesita una dieta distinta.


En definitiva…

Desde Adpan, lo decimos con conocimiento de causa: comer sin gluten no es una moda ni una solución mágica. Pero para muchas personas, es la clave para vivir mejor. Y si podemos aportar nuestro granito de harina (sin gluten, claro está) para que esa vida sea más rica, segura y sabrosa… aquí estaremos.


¿Te interesa seguir aprendiendo sobre la vida sin gluten? Descubre nuestras recetas sin gluten o lee más en nuestro blog Vida Sin Alérgenos.

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